En julio, las exportaciones de mercancías de España experimentaron una disminución del 5% en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos publicados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Esto no solo marca el cuarto mes consecutivo de caída, sino que también agrava la situación del sector al disminuir un punto porcentual en comparación con el promedio del segundo trimestre del año.
Esta tendencia a la baja se debe principalmente a la pérdida de competitividad en la industria intensiva en energía, la disminución de la demanda en Europa y la caída de las exportaciones a Asia debido a la fragmentación del comercio internacional. Además, esta situación amenaza con tener consecuencias duraderas, ya que erosiona la base de empresas exportadoras y pone en peligro el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
En julio, las exportaciones españolas alcanzaron los 30,445.8 millones de euros, lo que representó una disminución del 5% en comparación con el año anterior. Las importaciones también retrocedieron un 8.4%, llegando a los 35,348.4 millones de euros, lo que resultó en un déficit comercial de 4,902.6 millones de euros.
A pesar de que las exportaciones se mantienen en niveles históricos en el período acumulado de enero a julio (230,397 millones, un 3.3% más que el año pasado), esto se debe principalmente al fuerte crecimiento del primer trimestre. Sin embargo, si se ajusta por el efecto de la inflación, se observa que la disminución se ha extendido al conjunto del año, con una caída del 2.5% en volumen en comparación con los primeros siete meses del año anterior.
En términos de sectores, el más afectado tanto en el año en general como en julio ha sido el sector de la energía. Es importante destacar que España principalmente reexporta energía proveniente de terceros países. Además de esto, se destaca la fuerte caída en las exportaciones de materias primas (25.7% en julio), semimanufacturas no químicas (que incluye la industria metalúrgica, papelera y cerámica, entre otros, y experimentó una caída del 18.5%, especialmente debido a la subida de los precios de la energía en comparación con la situación en Asia), y bienes de consumo duradero (13.2%).
También hubo disminuciones en las exportaciones de manufacturas de consumo, bienes de equipo (3.5%), y productos químicos (1.5%), aunque dentro de esta última categoría se observan caídas significativas, como un 40.4% en el caso de los abonos o un 26.2% en la química inorgánica. Los únicos sectores en positivo son la alimentación (con un aumento del 2% en conjunto, aunque el aceite cayó un 14.7% y las bebidas un 6.9%) y el sector automotor (que creció un 36.3% en contraste con la inactividad de los dos últimos años).
(Expansión, 22-09-2023)