La inflación anual estimada del IPC en julio de 2024 es del 2,8%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un descenso de seis décimas en su tasa anual, ya que en el mes de junio esta variación fue del 3,4%.
Esta evolución es debida, principalmente, al descenso de los precios de la electricidad, mayor que el año pasado; a la bajada de los precios de alimentación, frente a la subida de julio de 2023; y también, aunque en menor medida, a los precios de ocio y cultura, cuyos precios suben, pero menos que en el mismo mes del año anterior. La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye dos décimas, hasta el 2,8%.
Los precios de consumo registran en julio una tasa del -0,5% respecto al mes de junio, según el indicador adelantado del IPC. En el mes de julio la tasa de variación anual estimada del IPCA se sitúa en el 2,9%, siete décimas por debajo de la registrada el mes anterior. Por su parte, la variación mensual estimada del IPCA es del -0,7%.
Por otra parte, el PIB registró una variación del 0,8% en el segundo trimestre respecto al trimestre anterior en términos de volumen. Esta tasa fue similar a la del primer trimestre. La variación interanual del PIB fue del 2,9%, frente al 2,6% del trimestre precedente. La demanda nacional aportó 2,0 puntos y la externa contribuyó con 0,9 puntos. Las horas trabajadas variaron un 2,1% interanual y el empleo en términos de ocupados equivalentes a tiempo completo un 2,0% -en comparación con el 1,4% y el 3,2% del trimestre precedente-.
El Producto Interior Bruto (PIB), medido en términos de volumen, aumentó un 0,8% en el segundo trimestre respecto al trimestre anterior. Esta tasa fue similar a la del primer trimestre de 2024. La demanda nacional contribuyó con 0,3 puntos al crecimiento intertrimestral del PIB. Por su parte, la demanda externa aportó 0,5 puntos. Por agregados de demanda, el gasto en consumo final de los hogares creció un 0,3%, mientras que el de las Administraciones Públicas un 0,2%. Por su parte, la formación bruta de capital registró una variación del 0,3%. Mientras que las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 1,2%, las importaciones tuvieron un crecimiento negativo, registrando una tasa del -0,2%.
Por el lado de la oferta, todos los grandes sectores presentaron tasas positivas en su valor añadido, salvo las ramas primarias. Así, las ramas industriales crecieron un 0,4% intertrimestral. Dentro de las mismas, la industria manufacturera moderó su tasa en 1,2 puntos respecto al trimestre precedente, hasta un crecimiento del 1,1%. El valor añadido bruto de la Construcción aumentó un 0,1% intertrimestral, 1,7 puntos menos que en el trimestre anterior. Y el de los Servicios se aceleró cinco décimas, hasta el 0,9%. Por su parte, las ramas primarias registraron una variación intertrimestral del -1,2%, frente al 3,1% del trimestre anterior.
La variación interanual del PIB fue del 2,9% este trimestre, tres décimas más que la del trimestre precedente. La demanda nacional contribuyó con 2,0 puntos al crecimiento interanual del PIB. Por su parte, la demanda externa aportó 0,9 puntos. Por agregados, el gasto en consumo final se moderó cinco décimas respecto al trimestre anterior al crecer un 2,3% interanual. El de los hogares desaceleró dos décimas, al presentar una tasa de un 2,3%, y el de las Administraciones Públicas presentó una tasa del 2,3%, 1,1 puntos menos que en el trimestre precedente.
Por su parte, la formación bruta de capital registró una variación del 1,1%, tasa similar a la del trimestre anterior. Las exportaciones de bienes y servicios presentaron una tasa interanual del 3,6%, lo que supuso 3,8 puntos más que en el primer trimestre. Por su parte, las importaciones registraron una variación del 1,4%, con una aceleración de 2,1 puntos respecto al trimestre precedente. Desde la óptica de la oferta, todos los grandes sectores de actividad presentaron tasas interanuales positivas. Así, el valor añadido bruto de las ramas industriales aumentó un 4,0%, y dentro de las mismas, la industria manufacturera lo hizo en un 5,6%.
El valor añadido bruto de la Construcción creció un 2,4% respecto al segundo trimestre de 2023, el de los Servicios un 2,7% y el de las ramas primarias un 2,9%.
(El Periódico, 30-07-2024)