La Generalitat se ha planteado como meta para este inicio de año que Catalunya sume 1.500 empresas con 50 o más empleados antes del año 2030. Así lo ha anunciado este jueves el conseller de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, a través de un comunicado en la red social X. Parte de este objetivo dependerá del nuevo servicio de asesoramiento empresarial lanzado por la agencia pública Acció. Para alcanzar esta meta, será necesario multiplicar por seis el saldo actual de creación de empresas medianas y grandes.
El incremento del tamaño de las empresas catalanas es un desafío recurrente que diferentes administraciones han intentado abordar durante años, con el apoyo de las patronales. Catalunya cuenta principalmente con pequeñas y medianas empresas, con una media de menos de cinco empleados por compañía, y el 94% de las empresas establecidas tienen menos de diez trabajadores.
Las empresas de mayor tamaño suelen asociarse con una mayor rentabilidad, productos de mayor valor añadido y mejores condiciones laborales para los empleados. Por ello, el conseller Sàmper ha destacado que el crecimiento empresarial es "una de las mejores formas de generar prosperidad para todos" y ha prometido destinar más recursos públicos para cumplir este objetivo.
El reto requiere un esfuerzo significativo de la economía catalana para mejorar su capacidad de crecimiento y la creación de nuevas empresas. La Generalitat aspira a sumar 1.500 empresas medianas y grandes ―definidas según los criterios de la UE como aquellas con 50 o más empleados― en los próximos cinco años, lo que equivale a la creación de unas 300 empresas anuales.
Según datos del Idescat, en los últimos cinco años Catalunya ha registrado un incremento neto de 236 empresas con 50 o más empleados. En 2023 había 8.337 empresas de este tipo, frente a las 8.101 contabilizadas en 2019. Esto significa que el actual Govern busca multiplicar por seis el saldo de empresas creadas en el último lustro, fijando un objetivo que excede la duración de su mandato.
Durante este periodo, el tejido empresarial ha estado condicionado por la crisis derivada de la pandemia de covid-19 y el aumento de precios posterior. En el lustro anterior, de 2014 a 2019, el saldo fue más favorable, con un incremento de 1.068 empresas medianas y grandes tras la recuperación económica posterior a la Gran Recesión. Sin embargo, tampoco se alcanzó la cifra de 1.500 nuevas empresas en cinco años. En el quinquenio previo, marcado por la crisis financiera, el saldo fue negativo, con una pérdida de 1.309 compañías.
Desde la crisis de 2008, los años con saldos positivos en la creación de empresas medianas y grandes han sido igual de numerosos que los años con saldos negativos. En los períodos de crecimiento empresarial en este segmento, el promedio ha sido de 254 nuevas empresas anuales.
(El Periódico, 03-01-2025)