La industria manufacturera española cerró el año 2024 con un repunte de actividad

La actividad de las fábricas de la zona euro volvió a deteriorarse en diciembre, según el índice PMI, que se situó en 45,1 puntos, frente a los 45,2 del mes anterior, lo que supone la peor lectura del dato en los tres últimos meses, con una fuerte divergencia entre países, destacando las mejoras en España y Grecia, en contraste con el empeoramiento observado en Alemania, Francia e Italia.

Con la nueva caída en diciembre, el PMI manufacturero de la zona euro amplía a dos años y medio la actual secuencia de contracción de la actividad en el sector, después del empeoramiento registrado tanto en los nuevos pedidos como en la producción, mientras que también se produjeron fuertes reducciones en la actividad de compra y en los stocks de insumos.

España destaca frente al freno que afecta a la eurozona y sus principales economías. Así lo refleja el índice PMI de diciembre, elaborado por la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) y el Banco Comercial de Hamburgo (HCB). Este indicador, basado en encuestas, evalúa la actividad en el sector manufacturero.

Con 53,3 puntos, España acumula once meses consecutivos de crecimiento, un contraste notable con la eurozona, que registró 45,1 puntos, su nivel más bajo en tres meses, lo que indica contracción. Entre los países analizados, solo España y Grecia superaron los 50 puntos, cifra que señala expansión respecto al mes anterior. Por el contrario, grandes economías como Francia (41,9 puntos, el peor dato en cuatro años y medio), Alemania (42,5), Austria (43,3), Italia (46,2) y Países Bajos (48,6) se encuentran en terreno negativo.

"España demuestra resiliencia frente a la fragilidad europea", señaló Jonas Feldhusen, economista de HCB, en un comunicado. Destacó que desde septiembre las empresas han incrementado sus compras, y añadió que "las perspectivas siguen siendo prometedoras".

En el eje franco-alemán, núcleo de la economía europea, el panorama es mucho más complicado, con una desaceleración industrial que se suma a graves crisis políticas e institucionales. En Alemania, las elecciones legislativas anticipadas en febrero buscan resolver el colapso de la coalición gobernante. El país lleva dos años de contracción industrial, y los pronósticos para 2025 anticipan un crecimiento limitado, entre el 0,2% y el 0,4%, según diversos institutos económicos. Timo Wollmershäuser, del Instituto Ifo, advirtió recientemente que no está claro si este estancamiento es temporal o marca un cambio estructural en la economía alemana. Mientras tanto, sectores clave como la automoción y la química ya han anunciado importantes recortes: Ford cerrará una fábrica y Volkswagen reducirá hasta 35.000 empleos para 2030.

En Francia, el escenario no es más alentador. Con cuatro primeros ministros en menos de un año y unos presupuestos prorrogados para 2025, el Gobierno enfrenta serias dificultades para su aprobación en un Parlamento fragmentado. Además, el país debe abordar recortes significativos para controlar una deuda pública que alcanza el 112% del PIB y un déficit que en 2024 superó el 6%, lejos de las exigencias de la Comisión Europea.

A nivel continental, el complicado momento de la industria podría prolongarse este año, influido por la incertidumbre geopolítica y comercial. La llegada al poder de Donald Trump el próximo 20 de enero, con su anunciado plan de imponer nuevos aranceles a las exportaciones, añade otro factor de tensión al panorama internacional.

(Expansión, 03-01-2025)

09/01/2025|